Cómo evitar que una empresa muera de éxito

Las empresas son ecosistemas que están vivos, tienen sus propios ciclos y la responsabilidad de sus administradores es realizar una correcta gestión para conseguir que la aventura empresarial sea exitosa.

Las compañías pueden perecer por diferentes razones. Es posible que lo hagan porque no han enfocado bien el producto o servicio en el mercado al que se dirigen, no han calculado bien los costes y la rentabilidad, han sido víctimas de una situación de crisis o también es posible que mueran de éxito. Se muere de éxito cuando el crecimiento no está bien planificado o ha sido excesivo y la mercantil no estaba preparada para ello.

Consejos para que una empresa no muera de éxito

1. Planificar el crecimiento

Los gestores de una empresa han de guiar el crecimiento de la organización. Conviene trazar un plan de evolución, hacer una predicciones y prever los recursos que serán necesarios o con los que se dispone. Así se consigue un crecimiento que sea sostenido en el tiempo. Por ejemplo, si se prevé el lanzamiento de un nuevo producto, conviene tener preparados los recursos para hacer frente a la demanda estimada, haber negociado bien con los proveedores y los distribuidores, y disponer toda la cadena para que se puedan atender perfectamente cada uno de los pedidos que se tengan.

2. Ser selectivo con los clientes

Tener clientes es bueno, pero también hay que ser cuidadoso con su elección. Conviene asegurarse de su solvencia para que no incurra en un impago. Por eso, es aconsejable clasificar a los clientes en función de lo que aporten a la empresa y crear una política comercial de incentivos.

3. Administrar los recursos humanos

Una empresa ha de buscar el momento adecuado para aumentar la plantilla de trabajadores. Si se adelanta en su contratación, se verá en la obligación de asumir unos costes innecesarios. Si por el contrario se retrasa, se arriesga a no poder cumplir con el compromiso que adquiera con sus clientes. Por eso, conviene realizar una buena planificación en la que se marque el mejor momento para realizar las contrataciones de nuevo personal.

4. Control de gastos

Los sistemas de facturación que utilizan un software específico son realmente útiles para gestionar cualquier mercantil y realizar una planificación adecuada. A través de este tipo de programas, la compañía puede obtener la información económica que le muestra su propio desarrollo, puede realizar un control de los gastos y obtener un balance de su situación real y objetiva.

Es muy importante que las empresas sean conscientes del volumen de facturación que tienen, de las ventas que reciben en función de sus propias acciones comerciales, porque así sabrán qué estrategias les resultan más interesantes para encumbrar su propia rentabilidad.

El control de los gastos de una compañía es fundamental, puesto que si no administra bien sus recursos, aunque facture e ingrese dinero, al final no obtendrá beneficios. Los sistemas de facturación y de gestión son muy útiles porque permiten controlar la tesorería y administrar los pagos que ha de hacer una empresa para poder mantener el equilibrio.

5. Medir la rentabilidad de las acciones

Es importante que las empresas midan cuál es el retorno que reciben de cada una de las acciones que realizan, puesto que así podrán mejorar la administración de sus recursos, fortalecer aquellas que les resulten más rentables y eliminar las que no obtengan el retorno deseado.

La estrategia de una empresa es un continuo juego de equilibrio en el que el administrador ha de gestionar adecuadamente los recursos y planificar las acciones para conseguir sus objetivos económicos. Los avances tecnológicos ofrecen las herramientas que agilizan y facilitan todos los procesos administrativos, por eso conviene aprovechar todas sus ventajas.

Las compañías que quieran abrirse camino en el mercado, han de ser conscientes de lo fácil que puede ser morir de éxito porque no están preparadas para asumir la demanda que han recibido o simplemente porque no han realizado bien el cálculo de costes y de rentabilidad. Un error de este tipo puede llevarles directamente a la ruina, por eso antes de lanzarse a la aventura es importante mantener un buen control de la situación y hacer una previsión a corto, medio y largo plazo.

Una empresa ha de ser capaz de situarse en el mapa del presente y desde allí trazar la estrategia para llegar a sus objetivos, con las acciones que deberá realizar para conseguirlo y los recursos que deberá disponer si quiere alcanzarlos. De esta manera, conseguirá mantener ese ansiado equilibrio que le brinde un crecimiento sostenido en el tiempo, capaz de generarle el músculo que necesita para hacer frente a cualquier vicisitud que se pueda encontrar.

Las empresas están vivas y es responsabilidad de los administradores guiarlas por la senda del crecimiento y de su expansión. En un entorno digital, una compañía precisa de las herramientas de los sistemas de facturación que le permitan ser competitiva y no morir de éxito.