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La facilidad de cometer un error (y de que se detecte) ante el gran número de requisitos que hay que cumplir
Es habitual que Hacienda detecte algún tipo de error en las facturas que se declaran cuando se ordena una inspección. Hay errores que son muy comunes en el proceso de facturación y que pueden dar lugar a que no se deduzcan los impuestos correspondientes a la declaración de ese año.
¿Cuáles son los requisitos que debe cumplir una factura para considerarla completa?
Los principales requisitos exigidos en la factura son el número de la misma, la fecha en que se expide y el nombre y apellidos completos o, en su caso, la denominación social. Además, tienen que aparecer el NIF y el domicilio de quien expide la factura. Cuando se habla de este último se hace referencia al domicilio fiscal tal y como consta en Hacienda, no del domicilio de residencia o del negocio de quien factura, en caso de que estas no coincidan con la anterior. En el caso del NIF (o CIF), se trata, sin duda, del factor más importante. Y nunca debe olvidarse añadir el concepto de la operación y el tipo impositivo que se le aplica.
A veces, incluso, si la operación se produce en una fecha distinta a aquella en la que se factura, también hay que detallarlo. Ciertamente, son demasiadas cuestiones como para que no se pueda producir algún error de vez en cuando, en caso de no tener una plantilla de confianza. Y sin embargo, es obligatorio que se cumplan todos los requisitos, sin que se olvide uno solo de ellos. De lo contrario, un pequeño fallo puede implicar consecuencias poco deseables. De no darse el cumplimiento de todos los requerimientos no se permitirá la deducibilidad del IVA, pues así lo establece la legislación.
Siempre hay una salida en caso de un primer error
En cualquier caso, siempre hay lugar para la rectificación y la evitación de los posibles problemas. Y así lo recoge también, en buena lógica, una justicia que sensible a la necesidad de distinguir entre los fallos involuntarios y comprensibles y los intentos de fraude. De este modo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha determinado la necesidad de hacer valer esa distinción y de que, en consecuencia, las cuestiones formales no impliquen una pérdida del derecho a deducir. Otros tribunales más cercanos, incluyendo entre ellos al Tribunal Supremo, también se han pronunciado en ese sentido y han reconocido el derecho a deducir el IVA en facturas que no contaban con todos los datos que se requieren.
Agotar las posibilidades antes del recurso
Así pues, si durante una inspección surge alguna factura que no cumpla con todos los requisitos, lo que hay que hacer es solicitar una factura de rectificación para evitar mayores complicaciones. Después habrá que presentarla en la Agencia Tributaria. En caso de que esta operación no sea suficiente para resolver el problema y se imponga finalmente una sanción, siempre quedará la posibilidad de presentar un recurso que se apoye en la doctrina del Tribunal Supremo.
Evitar riesgos desde el principio. Las ventajas de la facturación online.
Una posibilidad que conviene explorar es la que de realizar el proceso a través de un programa de facturación online que excluya el riesgo de aparición de cualquier problema posterior desde el momento mismo en que se realiza la factura. Con la garantía de que la facturación va a salir bien, el emprendedor puede realizar fácilmente operaciones que son exigentes en el mínimo de tiempo y desde cualquier dispositivo y lugar.
No hay necesidad ya de estar, físicamente, atado a la libreta tradicional de facturas y la carpeta que contiene la enorme cantidad de papeles en los que aparece cada uno de los datos que necesitan ser incluidos. En cualquier lugar en que debas realizar la facturación podrás realizarla con poco más de un clic. Esto resulta fundamental en un tiempo como el actual, en el que los modelos de negocio se han diversificado y flexibilizado, y la actividad comercial es susceptible de realizarse en cualquier tiempo y lugar, sin necesidad de limitarse a un determinado espacio físico. Tanto la comodidad como la seguridad son argumentos de peso para decidirse a utilizar un programa de facturación online de calidad.
La seguridad no solo se refiere a saber que no va a faltar ningún dato que vaya a implicar un prejuicio como consecuencia de un simple despiste. También tiene que ver con el hecho de que los datos personales no se extravíen, y ello con una garantía objetiva mucho mayor que aquella que resulta de llevar “los papeles debajo del brazo”, que es el paradigma clásico de la supuesta seguridad para el empresario de toda la vida. Puede parecer poca cosa, pero cualquier tiempo que se libere de tareas innecesarias a la hora de llevar un negocio puede también convertirse en beneficio para el mismo.